viernes, 8 de julio de 2011

Entrevista a Nova Spivak sobre el Cerebro global y otras cuestiones

Acabo de terminar de leer la transcripción de esta entrevista que han realizado a Nova Spivak. Aunque la entrevista puede escucharse en MP3, también dispone de una transcripción textual que fue la que imprimí y estuve leyendo con calma.

La verdad es que me ha sido un gustazo leer la biografía de Nova Spivak (su abuelo, Peter Drucker, parece que era un profesor y escritor muy conocido en el ámbito de la gestión empresarial) y también es un gustazo leer la profundidad filosófica de la entrevista (que por cierto, es larga, y es para leerla con calma, pero merece la pena).

Una de las cuestiones que me llamó la atención es el concepto de cerebro global, especialmente, cuando dice que:

There will be a point when we have so much information about any decision that we're going to make and information of what other people have done in the same situation, what decision worked better or didn't work. As we do things, we'll have so much information influencing that decision that decision won't be even our decision anymore. There will come a point where the question will be: "who's actuallly making the decision?"

En ese párrafo habla del concepto de singularidad de Kurzwell que sostiene que llegará un punto en el que la capacidad de las computadoras exceda nuestra capacidad mental para entender lo que ocurre. Cuando los ordenadores sean tan potentes que comiencen a darnos consejos y a aumentar todo lo que hacemos, ¿qué ocurrirá con nosotros?.

Y es que esa situación puede verse, por ejemplo, cuando buscamos cosas en Google o cuando conducimos con un GPS. Al buscar en Google aparecen varios resultados y generalmente, nos fiamos de los primeros resultados entre varios millones que Google ha ordenado y priorizado por nosotros, de alguna forma delegamos nuestra capacidad de decisión a un sistema, Google, que aunque podamos entender, más o menos, el algoritmo que utiliza, no podemos justificar porqué unos resultados aparecen antes que otros. Google decide por nosotros y estamos acostumbrados a que lo haga.

Lo mismo pasa cuando conducimos y nos dejamos guiar por un GPS, muchas veces, es la máquina la que toma las decisiones por nosotros y bueno, a veces se dan situaciones curiosas como las de esta noticia.

En la entrevista, aparte de a Kurzwell, menciona varias de sus influencias, como Kevin Kelly (de quién había encargado un libro, pero todavía no me llegó). Sobre Kevin Kelly, cita una frase interesante en la que Kevin habla de la Web como si fuese un computador:

One machine, the most powerful machine ever built. It's global, it uses 5% of the world's electricity, it never breaks or fails, it never stops; you can't turn it off. It's arguably the greatest thing we've ever made.

También habla de la diferencia entre Inteligencia y Conocimiento. Inteligencia se refiere más a procesos, y conocimiento a datos. Dice que la nueva revolución será cuando seamos capaces de inventar sistemas con inteligencia de una forma similar a lo que se ha conseguido con el conocimiento.

Sobre la Web Semántica, considera que los estándares son muy importantes para acelerar el proceso de llegar a construir mejores sistemas. Indica que hay 2 formas de desarrollar sistemas inteligentes, mediante estándares de representación del conocimiento, que será más fácil, o mediante la fuerza bruta, que es como hacen, por ejemplo, en Google.

So that's what a lot of companies such as Google and others are doing, rather than adopting and using difficult but powerful standards like the semantic web. They are jus using brute force computing to try to figure out what data means. It's not nearly as efficient; it takes a lot of computations, but so what? Computing is so cheap.

Finalmente, también separa el concepto de Cerebro global del concepto de Web Semántica. Para él, el concepto de Cerebro Global ha existido desde que tenemos el lenguaje, mientras que la web semántica es una tecnología reciente. La web semántica puede facilitar una infraestructura para hacer que el Cerebro Global sea más listo, pero será una forma más de ir desarrollando ese Cerebro Global.

Cognitive Surplus

También hace un mes o así que terminé el libro Cognitive Surplus, de Clay Shirky. Es un libro interesante que describe cómo está cambiando nuestra sociedad gracias a Internet y la Web.

A diferencia del libro que acabo de comentar, Clay Shirky es un gran defensor de Internet y de los efectos positivos que tiene sobre la humanidad.

Lo curioso es que yo estoy de acuerdo con ambas posturas. Es decir, pienso que un buen uso de Internet y la Web está transformando para mejor, nuestra sociedad, pero también pienso que si nos dejamos llevar, podemos acabar siendo un poco más superficiales de lo que sería deseable.

Es como el movimiento 15M. Pienso que gracias a Internet y la Web, se ha conseguido montar un movimiento muy interesante que refleja el malestar de una gran parte de la sociedad, pero por otro lado, creo que muchos de los que se han apuntado no conocen qué es lo que están protestando y ni siquiera saben si tienen soluciones o si las soluciones que plantean son consistentes entre sí.

No obstante, la sociedad en la que vivimos es así. Hace poco me dijeron que ahora, para hacer una buena charla en una conferencia, había que conseguir que cada transparencia pudiese resumirse en un mensaje de twitter y puede que ésa sea la tendencia. Un montón de mensajes de twitter o lo que es lo mismo un montón de mini-titulares que nos inundan.

Lo que plantea Clay Shirky con el concepto de cognitive surplus (se podría traducir como sumplemento cognitivo?) es que la sociedad actual tiene un suplemento cognitivo gracias al uso de la web, la wikipedia, etc. que hace que la gente pueda dedicar recursos extra a compartir cnocimiento y a colaborar en proyectos de utilidad pública.

Leyendo un poco sobre Clay Shirky, he visto que mantiene un poco de polémica con Egveny Morozov,
quien tiene una postura un poco más pesimita sobre el efecto benéfico de Internet en la sociedad y la política.

It's novel and surprising but the basic change is complete. What has not yet happened, what is in fact still an open question, is what benefit will eventually emerge from our ability to treat the world's cognitive surplus as a shared and cumulative resource. Given the explosion of creative and generous behaviors, we might assume that good uses of that surplus will just happen. This is true, but only for some of those potential issues.

¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?

Hace un mes o así, terminé el libro Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?, de Nicholas Carr.

El libro lo encontré por casualidad en una librería y me llamó la atención la temática. El autor plantea que Internet está modificando nuestra forma de pensar, para bien o para mal. En los aspectos positivos, podemos ser más capaces de trabajar con múltiples tareas a la vez y de tomar decisiones a toda velocidad. En los aspectos negativos, tendemos a la superficialidad y nos cuesta mucho más trabajo centrarnos en las cosas importantes.

Comparto totalmente lo que dice y de hecho, creo que lo estoy viviendo personalmente. Mi forma de trabajar está completamente influida por Internet y aunque trato de realizar algunas estrategias para evitar distracciones, me cuesta cada vez más centrarme. Muchas veces, al terminar una jornada de trabajo, veo que tengo un porrón de pestañas abiertas con múltiples temas distintos que he empezado y he dejado a la mitad.

Sobre los correos electrónicos, cada vez me cuesta más atenderlos a todos y ya tengo anécdotas de haber respondido correos habiendo leído solamente la mitad de ellos (y dejándome la mitad más importante sin leer).

Para evitarlo, muchas veces trato de imprimir los artículos que quiero leer y me voy a un banco en un parque a leerlos para estar más concentrado. O incluso cuando puedo viajar en transporte público los leo en el tren o autobús, y aunque posiblemente no sea el mejor entorno, me centro mucho más en esas situaciones que en mi despacho, delante del ordenador.

Recomiendo completamente este libro a todos los que utilizan un ordenador con acceso a Internet como herramienta de trabajo, incluidos los que utilizan móviles de última generación. Es un libro que te hace reflexionar y que me parece bastante objetivo. El autor no se dedica a criticar sin más la tecnología, sino que muestra datos y artículos científicos que lo avalan. Las conclusiones no son simplemente desperdiciar la tecnología sino ser conscientes de que su uso no siempre nos hace más efectivos y de que a veces es bueno reflexionar un poco sobre nosotros mismos.

De hecho, una cosa que me pasa tras leer el libro es que cuando voy a una reunión y veo al típico individuo enganchado a su teléfono móvil, más pendiente de la minipantalla y de andar recibiendo/escribiendo mensajitos, me da lástima porque creo que su mente está muy dispersa y no va a ser capaz de atender bien ninguna de esas tareas. Como dice el autor, intenta ser un malabarista mental.

Pongo algunas citas:

A medida que el uso de la Web dificulta el almacenamiento de información en nuestra memoria biológica, nos vemos obligados a depender cada vez más de la memoria artificial de la Red, con gran capacidad y fácil de buscar, pero que nos vuelve más superficiales como pensadores.

Google quiere que la información sea gratuita porque cuanto más bajo sea su costo, más tiempo pasaremos todos mirando la pantalla del ordenador, con lo que suben los beneficios de la empresa.

Cada clic que hacemos en la Web marca un descanso en nuestra concentración, una interrupción de abajo hacia arriba en nuestra atención; y redunda en el interés económico de Google el asegurarse de que hagamos clic, cuantas más veces mejor. Lo último que la empresa quiere es fomentar la lectura pausada o lenta, el pensamiento concentrado. Google se dedica, literalmente, a convertir nuestra distracción en dinero.

Así que pedimos a Internet que siga interrumpiéndonos, de formas cada vez más numerosas y variadas. Aceptamos de buen grado esa pérdida de concentración y enfoque, la división de nuestra atención y la fragmentación de nuestro pensamiento, a cambio de la información atractiva o al menos divertida que recibimos. Desconectar no es una opción que muchos consideremos.

La interactividad de la Red nos dota de nuevas y potentes herramientas con que recabar información, expresarnos y conversar con otras personas. También nos convertimos en cobayas de laboratorio que accionan constantemente palancas a cambio de migajas de reconocimiento social o intelectual.

Ni siquiera vemos los árboles. Vemos ramitas, hojas; y a medida que empresas como Google y Microsoft perfeccionan sus motores de búsqueda para vídeo y audio, más productos se ven sometidos a la fragmentación que ya caracteriza a las obras escritas.

El conocimiento es lo que se recuerda, por tanto está limitado a lo que se puede retener en la mente.

No debemos permitir que las glorias de la tecnología nos cieguen ante la posibilidad de que hayamos adormecido una parte esencial de nuestro ser

Para Ana (de tu muerto)

Acabo de terminar la novela Para Ana (de tu muerto) de Nuria Roca y Juan del Val.

De Nuria Roca me he leído sus otros 2 libros: Los caracoles no saben que son caracoles y Sexualmente y me gustaron mucho los 2. De hecho, compré éste porque la conocía como escritora y me gustaba su estilo. Lo más curioso es que no sabía quién era Nuria Roca hasta que me leí su primer libro, o sea, que no tenía ni idea de su faceta de presentadora de TV. Probablemente no haya mucha gente en mi caso, pero así es, apenas veo la TV y cuando la veo, no me acuerdo de los presentadores. En el caso de Nuria Roca, es muy atractiva y seguramente vi alguno de sus programas, pero reconozco que no me acordaba de ella y sólo sabía que era presentadora porque lo ponía en la carátula del libro.

Quizás por éso, al leer sus libros no ando con prejuicios en plan de que una presentadora de TV guapa no puede ser buena escritora, me dedico simplemente a leer sus libros y me suelen enganchar de principio a fin. Tiene un estilo muy ágil, con un vocabulario sencillo y con ciertas pinceladas de ironía que me gusta mucho. En este caso, el libro parece que lo ha escrito con su marido pero mantiene el estilo ágil y la temática de parejas, sexo y vida cotidiana que a mí me gusta. Lo único que añade el libro es un muerto y un policía, lo que le da un poco más de tinte thriller, pero vamos, sigue siendo un libro que cuando lo lees te hace reflexionar un poco sobre las cosas cotidianas.

En concreto, el libro trata el tema de las parejas, el sexo y la paternidad, así como el de la literatura y el mundo editorial por dentro. Todos esos temas me interesan, así que genial.

Por si fuera poco, habla algo de Asturias, aunque tengo que decir que se columpia un poco al hablar de la cinta 4 de recogida de maletas del aeropuerto de Asturias. Me temo que nuestro aeropuerto solo tiene 3 cintas.

Una de las cosas que me gusta de los libros de Nuria Roca es sus momentos de autocrítica y de reíse de ella misma. En este caso, se ríe de la posibilidad de que una presentadora de TV sea a la vez una escritora. Por ejemplo:

Me resisto a acatar la decisión de Luisa de ofrecer a la presentadora que publique con nosotros porque me molesta que la gente de la tele escriba libros. Algunos títulos de no ficción, pase, para que hablen de sus programas y esas cosas, pero que desde las editoriales se les encarguen novelas me parece una falta de respeto al resto de escritores.